Organizaciones populares de Haití anunciaron una sentada en las inmediaciones de la residencia presidencial el próximo lunes, con el objetivo de levantar la voz contra el desalojo de unas 34 familias.
A propósito del Día Mundial del Hábitat, instaurado por Naciones Unidas, y que exige el respeto al derecho fundamental de todos a tener acceso a una vivienda adecuada, los protestantes reclamarán, además, la demolición de una treintena de inmuebles en Pelerin 5, ordenado por el comisionado de Puerto Príncipe, Ocnam Clame Dameus.
Según el funcionario, la ubicación de las casas constituía una amenaza para la vida y la seguridad de la familia presidencial. La decisión le valió numerosas críticas de organizaciones de derechos humanos por considerarla “insultante y discriminatoria con respeto a la población haitiana”.
También las asociaciones Konbit Pou Ayisyen Lojman Altènatif, la Oficina de Abogados Internacionales, la Hermandad para la igualdad de los haitianos, entre otras, llamaron al Gobierno a compensar y reparar los daños de las familias.
Desde inicios de julio comenzaron las protestas contra la medida, que se vieron interrumpidas por las violentas manifestaciones del 6 y 7 de ese mes contra el alza del combustible, que sumirían aún más en la pobreza a la población desfavorecida.
Igualmente en agosto pasado los vecinos organizaron una sentada en las inmediaciones del lugar, y la Oficina de Abogados Internacionales de Haití anunció que presentará el caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, así como enviaría una misiva al Consejo Superior de la Judicatura, para exigir la suspensión del comisionado Dameus. (PL)
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