El sumo pontífice intervino ante dirigentes de las compañías petroleras mundiales asistentes a un encuentro sobre 'La transición energética y la protección de la casa común' promovido por el Departamento para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede.
Al agradecer la presencia de los asistentes a la cita, después de la sostenida en 2018, Francisco señaló que 'por mucho tiempo ignoramos colectivamente los frutos de los análisis científicos' y añadió que como él aseveró en su encíclica 'Laudato Sí', las previsiones catastróficas ya no se pueden mirar con desprecio e ironía.
Ante una emergencia climática -dijo- debemos adoptar decisiones oportunas para evitar cometer una grave injusticia en relación con los pobres y las futuras generaciones. Debemos actuar responsablemente considerando bien el impacto de nuestras acciones en el breve y largo plazo.
En tal sentido, el papa advirtió que son los pobres quienes sufren el peor impacto de la crisis climática y son 'más vulnerables a los huracanes, sequías, inundaciones y otros eventos climáticos extremos', al tiempo que alertó que 'nuestros hijos y nietos no deberían pagar el costo de la irresponsabilidad de nuestra generación'.
Francisco abordó a continuación los tres puntos sobre los cuales centró su atención la reunión: una correcta transición, el precio del carbón y transparencia en informar sobre los riesgos climáticos.
Al respecto, apuntó que son tres problemas 'enormemente complejos' y agradeció a los participantes por incluirlos en la agenda del evento 'y a vuestro nivel, que es un nivel serio, científico'.
Sobre la transición, recordó que es un reclamo contemplado en el Preámbulo de los Acuerdos de París e implica la gestión del impacto social y ocupación de pasar a una sociedad de bajo consumo de carbón.
Una política sobre el precio del carbón -precisó- es esencial si la humanidad querrá usar con sabiduría los recursos de la creación y añadió que la transparencia al informar los riesgos climáticos es esencial para que los recursos económicos sean empleados donde puedan rendir el mayor bienestar.
Tras exclamar que 'el tiempo apremia', el pontífice instó a que las reflexiones trasciendan las meras exploraciones sobre que se puede hacer y concentrarse en lo que se necesita hacer 'de hoy en adelante'.
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