Con los más altos honores, el presidente de EE.UU., Donald Trump, y su familia han sido recibidos por la reina Isabel II en el Palacio de Buckingham, en Londres (capital británica), con motivo de la visita de Estado de tres días.
El banquete de gala precedido por el té con el príncipe de Gales y el saludo de la Guardia Real es un honor reservado para los más altos dignatarios y una muestra de la llamada relación especial con los Estados Unidos.
Desde la oposición política, voces en contra de la visita de Estado por parte del líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, del Partido Liberal Demócrata británico, Vince Cable, o del alcalde de Londres, Sadiq Khan, con quien Trump ha protagonizado la primera polémica de la visita. El presidente Donald Trump le insultaba a través de Twitter llamándole perdedor.
Mientras el Palacio de Buckingham ha desplegado la alfombra roja para la visita de Estado del presidente norteamericano, Donald Trump, en la calle, miles de personas manifestaban su opinión por la visita.
A última hora de la tarde, y bajo la vigilancia de francotiradores, en el Palacio de Buckingham, una protesta esperaba a la llegada de Trump a una cena de gala con la reina. El martes, día de reuniones políticas y una protesta multitudinaria a la que acudirá el líder laborista Jeremy Corbyn.
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