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lunes, 20 de junio de 2022

Pablo Traba Cordero, un moronero de la Vieja Guardia

                                     

SECCION:  Por las Calles de Morón (13)

Pablo Traba Cordero, con 85 años de edad, con algunas limitaciones para caminar, permanece casi todo el tiempo en su casa, fundamentalmente en el portal de su vivienda desde donde saluda y conversa con muchas personas que lo conocen.

Atrapados por una vieja amistad, nos detuvimos ante este hombre con una vida cargada de esfuerzos, entrega y vicisitudes que bien pudiera considerarse como "pieza importante  de la historia local", aunque su sencillez lo obliga a permanecer en el anonimato.

Huérfano de padre siendo muy niño, e integrante de una familia humilde compuesta  por diez hermanos, se vieron obligado a luchar por el sustento económico y  cuenta  que con apenas ocho años, llevaba cantinas de comida desde la fonda de María La Gallega  hasta el  Central Patria a obreros de otras provincias que laboraban en ese ingenio, tan solo por unos centavos.


Con el triunfo de la Revolución pudo iniciar estudios, escalando niveles entre dificultades hasta concluir la Facultad Obrero Campesina cuando ya tenía 53 años de edad.

Cuando arribó a los 13 años de edad, laboró en un farmacia de la ciudad, en el lavado de envases, y  fue entonces  cuando ingresó a las filas de la ORI (Organizaciones Revolucionarias Integradas) y fue exactamente en 1961 cuando, ya miembro de las Milicias Nacionales Revolucionarias, es movilizado para la llamada "Limpia del Escambray", un período muy difícil.

Traba Cordero  relata  sus años como dirigente sindical en Morón, Ciro Redondo y Ciego de Ávila, su aporte a la Zafra de 1970 y más tarde su designación como director de Fuerza y Trabajo en una entidad denominada DAP (Desarrollo Agropecuario del País).

Ya jubilado desde 1995 milita en las filas del Partido, pertenece a la Asociación de Combatientes, y a los Comités de Defensa de la Revolución, sin olvidar que fue 36 años Juez Lego.

Ese es Pablo Traba Cordero, quien  valiéndose de un bastón va a la bodega, a la carnicería y realiza otras imprescindibles necesidades hogareñas. Su máximo orgullo es haber servido a su familia y a la Patria. Hoor a quien honor merece.

 

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