SECCION: Por las Calles de Morón (18)
No resultó tarea fácil contactar con Belarmino Quiñonez Espinosa, un hombre que en la ciudad de Morón, lleva en sus hombros el peso de una historia cultural, forjado por la vocación, la dedicación, y el amor por la música.
Con la guitarra a cuesta, sentado en un banco debajo de un frondozo árbol, fue posible despojarlo de la negación a una entrevista que comenzó haciendo mención a su nacimiento en una vivienda en la calle Libertad, donde, por coincidencia, algunos años después fue habitada por el también destacado artista Hugo Cortijo.
Aquel muchacho intranquilo del barrio, que jugaba a las bolas y a la pelota con los demás niños, comenzó a recibir clases de guitarra que les impartía Agustín Gutiérrez, que era integrante del Trio los Herrantes, donde fue "alumno aventajado".
Así fue que Belarmino pudo organizar un trio y participaba en serenatas y otras fiestas familiares, a su consideración, le sirvió de escalón para formar parte, como director del Grupo Turiguanó en un período comprendido entre 1974 y 1986 aproximadamente.
Refiere que Turiguanó surge a partir del esplendor que cobraban los Grupos Moncada y Manguaré, a propuesta del entonces primer secretario del Partido en el territorio Rafael Valdés Valdés y el nombre de la agrupación lo propuso el historiador Abilio Morales.
Recuerda que con Turiguanó recorrieron muchos escenarios en todas las provincias del país y participaron en programas de televisión. Belarmino hace un alto para subrayar que tiene el privilegio de ser fundador en el país del movimiento de las Nueva Trova, medalla que le fue impuesta por Haydé Santamaría, en acto donde también la recibieron figuras como Silvio Rodríguez y Pablo Milanés.
Hay mucha historia que contar, pero no puede faltar su trabajo como Técnico en Estudios Culturales, lo que le permitió rescatar el gustado Carnaval Acuático, el Baile Guajiro y las Serenatas en las zonas de La Rosa y La Serrana, cuenta con mucha satisfacción
Sin despojarse de su guitarra, Belarmino Quiñonez ha sido trovador en todos los hoteles de la cayería al norte de esta provincia y en la actualidad es instructor de música de la Casa de la Cultura, donde imparte clases de canto y de guitarra y disfruta sus presentaciones en actividades colaterales.
Por la mente de Belarmino pasan muchos momentos difíciles en su vida, como sus actuaciones en trincheras durante la guerra en Angola y a una pregunta responde:
"La guitarra es mi vida misma, a ella le dediqué una canción para honrar la memoria de grandes amigos que han fallecido y que quisiera que me acompañara en mi funeral:
...guitarra mía,
cuando yo me encuentre igual,
sola estarás en un rincón
y no sonarás.
Me alegro saber de ti. Hace mucho tiempo no viajo a Morón
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