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domingo, 26 de junio de 2022

Con la gente de Morón: Milvia, una enfermera que quiso ser peluquera

 SECCION: Por las calles de Morón (17)

Nada tan accidental como un reecuentro con Milvia García Gainza, a solo unas horas de su cumpleaños. Aunque desde muy pequeña reside en la ciudad de Morón, su nacimiento se produjo un 27 de junio de no sé qué año, en el Crucero de Tamarindo, en Chambas, y por  ese acontecimiento comenzó el intercambio periodístico, pues con tono jocoso confirma que fue recibida por Candita, una mulata comadrona, situación muy de moda por aquella época.


Paradójicamente, unos cuantos años después, Milvia, ya graduada en la Escuela de Enfermería de Camagüey, de donde egresó en 1970, le correspondió laborar en la sala de preparto del antiguo Hospital de Morón, y allí compartió con otras adiestradas enfermeras los nuevos recursos que se abrían paso en el sistema de  salud para la atención a la población.

                                                         

Cuando pequeña sus anhelos eran ser peluquera, peinaba sus muñecas e imitaba a todas las mujeres del barrio que realizaban este trabajo, pero todo cambió cuando comenzaba estudios en un preuniversitario de Morón.

 
Recuerda que una tarde una comisión de salud llegó a su aula con una convocatoria para un curso de auxiliar de enfermería en Camagüey. Pidió el consentimiento de sus padres y partió hacia aquel centro, hoy devenido en Facultad de Enfermería.
 
Transitó primeramente por la sala de misceláneas del Hospital Pediátrico de Morón, más tarde profesora en la Escuela de Enfermeras de esta localidad, aunque un tiempo después tuvo que laborar como jefa de enfermería en el Salón de Cirugía.
 
Milvia fue de esas profesionales que siempre dijo presente ante cada convocatoria, como fundadora de la Escuela de Enfermeras en su nueva sede en la calle Serafina, donde fue subdirectora docente y jefa de cátedra.
 
Desde el 2010 pasó a disfrutar su jubilación, luego de ser siete años Vanguardia Nacional, ser acreedora de la medalla Piti Fajardo y otros importantes reconocimientos.
 
Su máximo regocijo es encontrarse con enfermeras de sus tiempos o con aquellas que fueron sus estudiantes y que le tributan agradecimiento por sus enseñanzas.
 
Milvia disfruta de su cumpleaños este 27 de junio en compañía de su querida familia y nuestro regalo, este sencillo relato lleno de respeto para una mujer que es toda ética y profesionalidad.

 

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