En el habitual andar por las calles de Morón, tuve la curiosidad de localizar a Sergio Ochoa, al que conocemos por su desempeño como fotógrafo en la ciudad, quien conserva su fisionomía a pesar de su avanzada edad.
Moronero de pura cepa, pues nació en la calle Zayas. Hombre de corta expresión, respetuoso y tímido.
Cómo fueron tus inicios en la fotografía, le pregunté.
"Ni sé, porque recuerdo que tenía muy baja
escolaridad y un día decidí limpiar zapatos y me ubiqué en el portal de la Fotografía Cueto, en la calle Martí, pero que se sepa que mi interés era lustrar calzado", refiere Ochoa.
Un tiempo después cuenta que Cueto habló con él y le propuso que le pagaba tres pesos mensuales si le limpiaba el estudio fotográfico.
Con una amplia sonrisa Ochoa cuenta que mientras limpiaba el piso, se fijaba que existía un cuarto totalmente oscuro donde había un hombre trabajando y la curiosidad lo llevó a preguntarle: "señor, por que usted trabaja con tanta oscuridad, no le es mejor encender la lámpara?"
Reconoce que quedó como un ridículo, porque aquel hombre sumergía los rollos fotográficos en un envase con agua, y que por arte de magia salían las imágenes. "Yo no me podía explicar aquel truco, hasta que me dijeron cómo era posible".
"Poco a poco, comencé a aprender el proceso de revelado, hasta que en una ocasión Cueto me dio la tarea de ir a la iglesia a tirar unas fotos, como parte de un contrato que habían hecho con esos estudios", precisa.
Ochoa cuenta que llegó a la iglesia muy acomplejado, pues sentía pena proceder a captar las imágenes con aquella cámara que apenas dominaba.
Con 84 años de edad, Sergio Ochoa siente la cámara fotográfico como algo inseparable de su cuerpo. A su edad se encuentra jubilado, pero no desvinculado.
"Siento gran amor por Morón, donde tengo muchas amistades y personas que me conocen. Cuando niño no sabía qué quería ser en el futuro, pero la fotografía se interpuso en mi camino, por suerte". concluye Sergio Ochoa.
Sin embargo, después de tantos años como fotógrafo, no ha sido tarea fácil conquistarlo para captar su imagen.
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