Con el profesor Rigoberto Plana Rubí

                                           

(SECCIÓN: Por las Calles de Morón (40)

 

Esta vez la calle Máximo Gómez de la ciudad de Morón, nos condujo hasta la vivienda de un reconocido profesor de Educación Física: Rigoberto Plana Rubí.

 

"En esta casa, que antes estaba señalada con el número 94 y en la actualidad con el 100, nací, me crié y he vivido toda mi vida", fue la primera respuesta del profesor Plana, como todo el mundo lo conoce en esta localidad.

 

Su padre fue un reconocido músico que con su trompeta formó parte de importantes agrupaciones. Se llamaba Rolando Plana, a quien se le puede reconocer como una figura relevante de la cultura en Morón.

 

"Mi padre fue un gran músico y lo digo con propiedad, pues siendo joven formó parte en esta ciudad de un grupo nombrado Raqueteros del Swing, integró como trompetista la Banda de Música y alternaba con la orquesta Estrellas Juveniles", asevera y agrega: "pero ahí no termina su trayectoria, porque en La Habana integró el conjunto Casino, la orquesta Riverside que tenía como cantante a Tito Gómez y Musicuba que acompañaba a José Tejedor".

 

"Ese era mi papá, pero yo no heredé ninguna de sus virtudes como músico, porque fui, todo lo contrario, mi primer trabajo fue auxiliar de albañilería en Turiguanó, donde permanecí por espacio de tres años.

Cuenta Rigoberto Plana que cierto día, mientras desafiaba el cemento y la arena, lo visitó Ramón Mongo Pérez con una propuesta: "Plana, te necesito en el sector de la Educación".

 

Cierta capacitación y en corto tiempo ya laboraba como profesor de Educación Física, y apoyaba a los maestros cuando impartían Historia de Cuba.

 

En 1968 laboró en la EIDE Paquito Espinosa, que radicaba en el CV Deportivo y después en la escuela primaria José Martí de esta ciudad donde se jubiló.

 

Luego, por su fortaleza física se reincorporó nuevamente a la Educación y permaneció 11 años en la Escuela Cuba Socialista.

 

Por problemas de salud, Plana decide cumplir las indicaciones médicas y permanece tranquilo en su decana vivienda, pues ciertos padecimientos respiratorios se lo impiden.

 

"Morón fue el pueblo que me vio nacer y quiero que sea también el que me vea morir, aunque no pienso fallecer por el momento, porque amo este pedazo de tierra que forma parte de mi existencia", confirma el profesor Plana.

 

En la despedida su agradecimiento por permitirle hacer mención a las grandes virtudes de su padre, "muy superiores a las mías, y que permanecen muy presente en mi memoria", concluye.