Esther García: "La Galleguita de Falla"

                               

SECCIÓN: Por las Calles de Morón (59)

 

En el habitual recorrido Por las Calles de Morón, logramos contactar con una mujer muy conocida en la ciudad, a pesar de que se le conoce como "La Galleguita de Falla", poblado donde nació justo el Primero de Mayo de 1940.

 

Allí nació, hija de padres españoles, y allí cursó sus primeros estudios en una escuela pública, y allí también inició su trayectoria laboral, pues recuerda que trabajó en la Tienda de Felipe y también en el hospital de ese poblado, pues al triunfo de la Revolución se capacitó como Auxiliar de Enfermería.

 

Su existencia está colmada de interesantes pasajes que trata de recordar, más o menos de forma cronológica, aunque nos repite que en realidad ha sido golpeada por los abatares de la vida, pues las condiciones la obligaron a incorporarse desde muy temprana edad a complicadas tareas, y recuerda, por ejemplo, su paso al frente en el Movimiento Vanguardista.

 

Después de unos cinco años de estancia en Camagüey, "La Galleguita" vino para Morón y sus primeras labores fueron en la Escuela Conrado Benítez, después en la ESBEC de Patria.

 

Refiere que en medio de muchos quehaceres, conoció a un militar llamado Anselmo Cirilo Pestano, con quien contrajo matrimonio y a su lado permaneció durante casi 60 años.

 

"A mi me conoce todo el mundo en Morón -dice La Galleguita- pues trabajé como taquillera en la terminal de Ómnibus de Morón durante más de 20 años."

 

Fue además de combatiente de la clandestinidad, responsable del Panteón de los Caídos por la Defensa en Morón, además de muchas otras acciones revolucionarias que sería demasiado extenso enumerar. Hace un alto en la conversación y nos muestra una foto con todos sus reconocimientos, además de haber viajado a la antigua Unión Soviética, Alemania y Polonia como estímulo por su intensa labor.

 

Pero dice, sin vacilaciones: "la mejor medalla la tengo en el corazón que me late"...

y agrega que se considera "bachiller en letra, en lo que se llama conciencia..."

 

Esther García, pequeña de estatura, pero una mujer gigante de coraje que cuenta con un millón de amigos y adora infinitamente a la ciudad de Morón.