No esperaba el encuentro con una persona que se traduce en bondad, entrega, sentimiento y pasión por todo lo que hace. Siempre que pasaba frente a su vivienda en la calle Narciso López, la mayoría de las veces apreciaba a una mujer de raza negra, alta, con un pañuelo cubriendo su cabello, sentada en un sillón y concentrada en la lectura de un libro. No imaginaba que era la doctora Juana Gladys Fernández, destacada personalidad de la medicina en el territorio. Un amigo, asiduo seguidor de esta sección me hizo la sugerencia.
Al situarme frente a ella, me extendió los dos brazos para saludarme. Unas palabras de presentación y bastó para invitarme a la sala de su espaciosa vivienda. Comenzó describiéndose, sin necesidad de que intercedieran muchas interrogantes. "Nací en Ciego de Avila, pero me considero moronera". Así inició el conversatorio. "Dicen que era una negrita lindísima", añadió, y rápidamente se dirigió al interior de su casa y me muestra una foto de su infancia. Cierto que era una estrellita.
De sus ojos brotan lágrimas, lo que me obliga a cerrar la agenda y guardar la cámara fotográfica. "Cuando tenía nueve años, quedé huérfana de madre, situación que cambió por completo mi infancia. Mis padres eran muy humildes, No sé ciertamente si eran oriundos de Haití, de Jamaica o de Africa, lo único que sé es que soy cubana", y sonrie ampliamente.
La Doctora Fernández, especialista en Ginecología y Obstetricia, es bien conocida no sólo en Morón, sino en muchas partes de la actual provincia de Ciego de Ávila. Recuerda que comenzó sus estudios de medicina en 1962 y se graduó en 1969, como Médico General, en función de Obstetra. Comenta que así estuvo durante 18 años, prestando servicios en Morón y también en La Habana en el Hospital de Maternidad.
Puntualiza que en 1985, se sometió a un examen para la especialidad de Obstetricia y Genecología, en el Hospital de Maternidad de la calle Línea y aprobó con Título de Oro.
Aquí se detiene para explicar algo que a su criterio ha sido medular en su trayectoria. Y dice: "En aquellos momentos la mortalidad infantil se encontraba muy elevada, cerca de 50 por cada mil nacidos vivos, y se necesitaba disminuirla". Añade que en un término de dos años esos parámetros disminuyeron significativamente.
La Doctora Fernández, como bien se le conoce en Morón, prefiere retomar su trayectoria unos cuantos años atrás y explica que cuando joven fue brigadista José Antonio Echeverría, y su respuesta fue trabajar donde fuera necesario. Fueron momentos de tensión y goza del privilegio de haber sostenido múltiples contactos sistemáticos con el Comandante en Jefe Fidel Castro, quien un día se le acercó y le dijo: "Usted va a ser una gran científica", expresión que a ella le causó mucha risa.
Cuando tenía 69 años solicitó la jubilación y fue una decision muy difícil. "Me separé del hospital, de mi consulta, de mis enfermeras, de mis pacientes...para encerrarme entre estas cuatro paredes. Ya acumula 20 años fuera del ambiente de la salud pública, pero...
¿qué hace ahora la Doctora Fernández?, le pregunte´.
"Me encanta la lectura, y soy aficionada a la artesanía, confecciono estos muñecos y muchas veces se los regalo a las madres cuando tienen un niñito, Eso me satisface". responde.
"Me encanta la música", dice, y tararea una canción de Blanca Rosa Gil y reflexiona: "Considero que hay personas que no son artistas de profesión, pero hacen buenas obras, algunos imitan perfectamente a intérpretes renombrados".
Lo cierto es que la Doctora Fernández, presenta buen estado de salud: "Ni lo crea, responde. Tengo puesto un marcapaso que por cierto está vencido, hipertensa, diabética y un millon de problemas más", responde en tono jocoso.
Culmina el encuentro con la doctora Juana Gladys Fernández. "Aquí tiene su casa, humilde, pero llena de bondades y sentimientos"..Concluye
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