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jueves, 10 de noviembre de 2022

Los sentimientos de Remigio Hernández

                                                        

SECCIÓN: Por las Calles de Morón (55)

 No pocas personas se admiran cuando al desembocar al callejón que conduce a Loma Ciega, muy cerca del estadio de Morón, se encuentran con un grupo de pinturas, textos y rostros que cubren por completo la fachada de una pequeña vivienda, lo que a través de los años el autor ha denominado Museo del Sacrificio. 
 
Es la obra de primera mano de Raúl Remigio Hernández, quien con sus 70 años de edad ha vivido completamente enamorado de la pintura. Mientras nos muestra el significado de sus cuadros, confeccionados en pedazos de cartón, fondos de latones y hasta en la pantalla de televisores descontinuados, explica que su vocación es desde muy pequeñito, y que luego estudió en un salón de pintura que radicó en la calle Martí, pero que no se llegó a graduar. 
 
Primeramente radicó con sus padres en una vivienda aledaña a la llamada Pista del INRA, pero luego se trasladaron para el lugar donde tiene en la actualidad su asentamiento habitacional. "Y aquí vivo feliz, a mi manera.." alega Remigio. En lo que pudiéramos considerar el frente de su casita insertó una pintura de lo que imagina es Venecia, porque es un lugar que siempre le ha gustado. 
 
Confiesa que esta Casa-museo la han visitado muchos extranjeros, italianos, españoles y de otros muchos lugares, y se retiran complacidos. Allí en su casita estuvo atendiendo a su madre enferma durante cerca de 30 años, y vivió junto a Barbarita, su esposa, otros 14 años, "pero desdichadamente la perdí, era una enviciada al cigarro, y eso acabó con su salud", acota. Remigio vive en la soledad, pero eso no le preocupa en absoluto, pues su padecimiento principal son los nervios, al extremo que ha sido atendido en cuatro hospitales pues sufre "desesperos" cuando entra en crisis. .
 
Cumple un plan médico pero considera que su principal alivio lo encuentra cuando recorre el campo, contempla los pajaritos, los árboles, los trillos y el agua. Adora los animales y los cuida como a una persona. Ese es Remigio Hernández, el hombre del pincel, de los rasgos delicados. 
 
El pasado 28 de octubre una foto de Camilo Cienfuegos, pintada por él, presidió el homenaje que rindió el pueblo de Morón en el parque Echeverría al Héroe de Yaguajay.. 
 
Por último confiesa que su Museo del Sacrificio cumple más de 20 años, confeccionado con su sacrificio, recolectando pedazos de materiales, cartones, metales, alambres y otros recursos.
 
 "Tengo el sentimiento de un hombre de paz, de sueños, que para nada anhela el egoísmo". así nos despidió Remigio. #NuestroMorón #HistoriaLocal #LatirAvileño



 

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