SECCIÓN: Por las Calles de Morón (95)
Al visitar la residencia de la Doctora Pura Santos Hernández, en la calle Libertad en esta ciudad, el primer impacto son dos importantes cuadros que como adorno de su sala la identifican como Hija Ilustre de Ciego de Ávila y un Reconocimiento como Cuadro Destacado del Consejo de Estado.
Ello nos dio pie a un ameno intercambio con una mujer que se considera exigente, cumplidora, organizada en su trabajo y sobre todo puntual.
Pura Santos nació en una finca que tenía su padre en el llamado Camino del Barro, y manifiesta que sus primeros estudios fueron por intermedio de una tía que le impartía los contenidos, hasta que aprobó el cuarto grado y a partir de ese momento terminó la primaria, la Secundaria Básica.
A partir de ese momento encaminó su ruta hacia La Habana donde estudió en el Instituto Preuniversitario Karl Marx hasta 1967.
Aquí abre un paréntesis en el relato de su historia para apuntar que desde niña su inclinación vocacional fue por el deporte, porque quería ser profesora de Educación Física, incluso se presentó a una prueba en la ESPA Nacional. Pura integró un equipo de baloncesto en Morón y participó en los Terceros Juegos Escolares, pero...
A su padre no le agradaba que Pura fuera deportista, y bastó para que tramitará su ingreso en la Escuela de Medicina Victoria de Girón, y optó por la especialidad de Estomatología, título que obtuvo en 1972.
Su trayectoria laboral comienza en ese momento al ser ubicada en la Clínica Estomatológica de Morón, donde compartió funciones como Subdirectora, al tiempo que laboraba en Odontología.
Cuenta Pura Santos sus primeros momentos en la atención a pacientes en Tratamiento Canal y a los que presentaban problemas en las encías .
Ocupó a partir de 1974 el cargo de Jefa Regional de Estomatología, luego Subdirectora de Atención Médica en la Dirección Municipal de Salud hasta que en 1986 ocupa el cargo de directora.
Por sus condiciones ocupó el cargo de directora en la Empresa Provincial de Aseguramiento al Sector de la Salud hasta su jubilación en el 2008, por presentar problemas familiares.
Pura Santos, no es amante a los elogios personales, pero es necesario exaltar su actividad como miembro del llamado Proyecto Panamericano de la Salud, que le permitió intercambios en México, Ecuador y realizar un diplomado en la entonces Unión Soviética.
Para ella constituye un orgullo ser Moronera, le encanta esta ciudad, donde cuenta con su familia y muchas amistades.
Gracias Pura Santos Hernández, una mujer que el pueblo le reconoce su protagonismo y sus indiscutibles méritos, bajo la más absoluta discreción.
Migdalia Companioni
Muchas felicidades y merecido reconocimiento por sus méritos a esa gran compañera, amiga, dirigente
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