SECCION: Por las Calles de Morón (94)
Quizás el nombre de Waldo Zamora Morales no sea muy reconocido en la ciudad de Morón, a pesar de que comenzó a residir aquí en 1990, pero como bien él mismo asegura, "decir Waldo en cualquier zona campesina o agrícola de este territorio, enseguida es saber de quién se habla".
Y es que Waldo nació en una apartada zona campesina conocida como Caracol, perteneciente a Patria, donde sus padres, Waldo y Celaida, tenían una finca, que ellos mismos atendían.
Y allí cuenta que desde que tenía ocho años ayudaba a sembrar y cortar caña, y también a guataquear.
Allí pasó toda su niñez y parte de su juventud, pues fue alumno de una escuelita que existía en ese lugar llamada Celestino Morales.
Waldo se balancea en un sillón de la sala de su casa y empieza a memorizar fechas. "estoy a punto de cumplir los 75 años, pues nací el 14 de junio (histórico día, por lo del natalicio de Maceo y Ché Guevara), del año 1948.
"Pero, los guajiros me conocen bien por otras razones", afirma Zamora.
Por qué entonces?, le preguntamos.
Responde que desde 1966 fue Visitador de Acopio, era el encargado de hacer los planes a los productores, y precisó: " hacía largos recorridos a caballo".
En 1968 fue movilizado para el cumplimiento del Servicio Militar, todo el tiempo en la apartada zona del Escambray, nada fácil, por cierto.
Pero la historia de acopio no terminó ahi, ya que al concluir en el Servicio Militar continuó como Visitador, aunque con un salario bastante bajo, "en fin dediqué 30 años de mi vida a esa labor en el Establecimiento de Acopio, tiempo en que visitaba muy poco la ciudad de Morón."
Luego de cumplir misión internacionalista (otra historia que contar), Waldo asume el cargo de Jefe de Sección en el Establecimiento de Acopio de Morón, y allí desempeñó también otras responsabilidades, hasta incluso director por un período.
Decide en 1996 comenzar a laborar como Jefe de Almacén del área de panqué, raspadura, caramelo y barquillos, en la Industria Alimentaria, período en que se vinculó más a la ciudad y considera que comenzó a tener relaciones con una mayor cantidad de personas, hasta que se jubiló al cumplir 69 años.
Waldo Zamora se considera amigo de los amigos, y sobre todo, gran padre, con magníficas relaciones en el lugar de residencia. Y aquí interviene su esposa, para recordarle que él estuvo mucho tiempo movilizado en el Plan Café, en Manga Larga sembrando caña y le pregunta: "Viejo y le dijiste al periodista que también fuiste buen pelotero?"...
Un poco retraído Waldo lleva su memoria a sus años de juventud.
"Ahh, si, estuve diez años como integrante del equipo regular de pelota de Morón, jugando como jardinero central..."
Ya en la despedida me dice en voz baja: "Chico y por donde vas a publicar todo eso?".
"No me da pena decirlo, de celulares ni de internet entiendo nada, ahora, eso sí, de acopio, de siembra de caña y de panqué y raspaduras, no hay quien me ponga un pie alante".
Gracias Waldo, un placer encontrarte Por las Calles de Morón.
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