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lunes, 24 de abril de 2017

Los versos poco conocidos de Rafael Alberti al Che

                     
Fuente: Juventud Rebelde Digital
El poeta y luchador antifascista español conoció al niño Ernesto Guevara y años después le dedicó un poema

Cuando el apoyo fascista a España, durante la llamada Guerra Civil Española, el poeta andaluz Rafael Alberti ingresó en el 5to. Regimiento de Milicias Populares y estuvo en las barricadas de Madrid. Participó en el Congreso de Escritores Antifascistas, en tierra madrileña, en Valencia y en Barcelona. Y luego se vio obligado a exiliarse en Francia, así como estuvo en Argentina. De todo eso se sabe bastante.

Sin embargo, apenas se sabe que mientras estuvo en Altagracia, en la provincia argentina de Córdoba, conoció al niño Ernesto Guevara de la Serna, y con el tiempo le hizo un nostálgico poema a aquel hombre que se había convertido en un guerrillero internacionalista y había sido asesinado.

Para evocar al Che, a Alberti le bastaron solo nueve versos libres, rotundos y sinceros, para su emotivo poema, que firmó con la frase «Roma, otoño de 1972», hace 45 años, y lo escribió pocas horas después de que fuera conmemorado el Comandante Guevara en el quinto aniversario de su asesinato en La Higuera, Bolivia.

El niño Guevara nació en Rosario, provincia argentina de Santa Fe, el 14 de junio de 1928, pero años después se trasladó con su familia a Altagracia, donde vivió desde 1936 hasta 1946. Y fue en este período cuando Alberti lo conoció.

A Ernesto Guevara

Te conocí de niño

Allá en el campo aquel de Córdoba argentina,

Jugando entre los álamos y los maizales,

Las vacas de las viejas quintas, los peones…

No te vi más, hasta que supe un día

Que eras la luz ensangrentada, el Norte,

Esa estrella que hay que mirar a cada instante

Para saber en dónde nos hallamos.

El poeta amigo

Rafael Alberti también fue dramaturgo. Nació el 16 de diciembre de 1902 en el puerto de Santa María, Cádiz, Andalucía, entre campesinos de holgada economía. En 1925 ganó el Premio Nacional de Poesía con su primer libro, Marinero en tierra. En 1934 ingresó al Partido Comunista de España y fundó la revista Octubre. En 1935 viajó a Estados Unidos, Cuba y México. Fue desterrado a Francia, de donde partió a Argentina y más tarde a Italia. En 1977, tras morir el dictador Franco, regresó a su patria. En su obra sobresalen los poemarios Cal y Canto, Sobre los Ángeles, Un fantasma recorre Europa, 13 barras y 48 estrellas, Entre el clavel y la espada, Retorno de lo no lejano y Roma, peligro para caminantes. Su autobiografía se llamó La arboleda perdida. Murió el 28 de octubre de 1999.

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