SECCIÓN: Por las Calles de Morón
Con 78 años de edad y muy escasa visión, Justo Ramón Pérez Zamora, no deja de recorrer las calles de la ciudad de Morón. En realidad, por su verdadero nombre muy pocos lo conocen, sino por Ulpianito, un apodo que adquirió desde que era un niño y jugaba con los pequeños del barrio.
Durante mucho tiempo su compañera Esther Lina Agüero, le sirvió como guía, y aunque aveces lo conducía por lugares que no prefería, fue su bastón principal, pero lamentablemente dejó de existir y "entonces me sometí a una operación de la vista y por suerte ya veo bastante bien y agradezco a los médicos del hospital", expresa Ulpianito
Recuerda sus buenos tiempos en la ciudad de Morón, de cuando fue barrendero como trabajador de Comunales, y también cuando laboraba como auxiliar de albañilería en la Construcción. "Por cierto, tenía que trabajar fuerte, recuerdo cuando construimos los edificios de las calles Martí y Libertad, los apartamentos de Calle Ocho y hasta cuándo tuvimos que apoyar un plan de viviendas en Ciego de Ávila", comenta.
En la actualidad Ulpianito, o mejor dicho, Justo Ramón Pérez, recibe los beneficios de la Asistencia Social en el Hogar de la Tercera Edad de esta ciudad, "donde me encuentro muy bien y como si fuera en familia", confiesa.
Aunque con un poco de trabajo, camina las calles porque dice que su Morón es una ciudad tranquila, aunque considera que aquí las personas son muy indisciplinadas, pues no aprenden a caminar por las aceras, sino por el medio de la calle. "Creo que moriré de viejo sin ver que la gente aprenda a respetar la vía de los carros", dice Ulpianito.
Su gusto preferido, la música, fiestas, asistir a las peñas del bolero, porque sus preferido son José Tejedor y Roberto Sánchez.
Ulpianito por último recuerda a muchos de sus amigos en Morón.
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