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lunes, 29 de mayo de 2017

Venezuela: la Fase militar del Plan Insurreccional

 La estrategia insurreccional contra el Gobierno constitucional del Presidente Nicolás Maduro, liderada por los sectores más radicales de la Mesa de la Unidad Democrática y por la Conferencia Episcopal Venezolana, ha causado ya más de 55 víctimas fatales, de las cuales sólo 6 han sido ocasionadas presuntamente por los cuerpos de seguridad, 3 eran efectivos policiales y guardias nacionales, 14 murieron durante los saqueos, 8 fueron producto de las barricadas, 15 de los fallecidos se encontraban cerca de las guarimbas y en 8 casos aún se desconocen las causas.


Mientras tanto, las corporaciones mediáticas globales han logrado colocar en la opinión pública internacional un perverso relato que acusa al Gobierno bolivariano como un brutal violador de los derechos humanos en nuestro país, cuando la verdad es que contra Venezuela se ejecuta un plan insurreccional.

Con esta escalada insurgente, se pretende lograr la caotización del país, la neurotización de la sociedad, la ingobernabilidad, la desintegración nacional, el aislamiento internacional y la anomia generalizada; así como sabotear la recuperación económica y productiva y degradar nuestra calidad de vida.

El objetivo es crear las condiciones para el derrocamiento del presidente Maduro

No importa si la violencia no tiene respaldo social o si no se produce finalmente un desbordamiento social. Para los factores externos anti-chavistas,  que son los que realmente dirigen la insurrección, la clave está en destruir el país y desmantelar el Estado-Nación.

Mientras el Gobierno Bolivariano intenta mantener el conflicto en el tablero de la política y la negociación mediante el llamado al diálogo, la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente y la agenda electoral regional y municipal, la oposición sigue llevando la confrontación al plano militar.

Si en la primera etapa de 45 días del Plan Insurreccional, el eje principal estaba en la movilización de calle, la protesta violenta, la guarimba y los asesinatos, en la segunda etapa, también de 45 días, el eje principal es militar, donde el propósito no es ganar batallas sino destruir, caotizar y desintegrar.

Por ahora, solo señalaré que, en este escenario, las acciones desplegadas se basan en metodologías y actores paramilitares, apoyadas internamente por grupos armados de oposición y en el frente internacional por una intervención multilateral. Se busca un desenlace vertiginoso y fulminante.

Hay que darle una oportunidad a la Paz

Es el momento de encontrar un nuevo espacio de reconocimiento, entendimiento, convivencia y acuerdos.

Es el momento de transformar el conflicto en una oportunidad. Para ello es necesario que las partes entiendan que ninguna tiene el poder para aplastar a la otra. También tienen que estar conscientes de las amenazas contra la paz y contra el Estado Nación.

Hay que acordar además un programa común compartido y alcanzable.

Hay que establecer garantías mínimas de convivencia, cohabitación y alternancia.

Hay que diseñar nuevos mecanismos para ir al encuentro de todos los sectores.

Hoy más que nunca hay que darle una oportunidad a la paz.


Fuente: Blog de Norelys Morales Aguilera

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