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miércoles, 8 de marzo de 2023

Delia López García, algo más que Hija Ilustre de Morón

                                             
SECCIÓN: Por las Calles de Morón (79)
 
La historia laboral de Delia López García, despeja cualquier incógnita que pudiera existir sobre el valor, la resistencia y la entrega de la fuerza femenina en los sectores de máxima complejidad.
 
Delia, esa mujer bien conocida en este territorio, nació en un lugar llamado El Uno de Patria, perteneciente al municipio de Morón, donde cursó sus primeros estudios.
 
Con 74 años de edad Delia, aún residente en la comunidad de Patria, expresa con satisfacción haber permanecido toda su vida laboral en un único centro de trabajo. Y lo dice sin ocultar sentimientos: "Mi único centro de trabajo durante 42 años fue el Cementerio de Morón".
 
Confiesa que fue ese su centro de trabajo porque siendo aún joven, perdió una hija, debido a la explosión de una cocina, provocándole quemaduras y lesiones fatales para su supervivencia.
 
Con el amor de madre que la caracteriza, Delia decidió ser trabajadora del Cementerio, para permanecer cerca de la tumba de su hija, y fue así que gestionó y comenzó a laborar allí como oficinista, trabajo algo complicado que requeria mantener un control estricto de los enterramientos y lugares donde se depositaban, como verdaderos guardianes de ese respetuoso lugar.
 
"En esa función estuve varios años, lo que requería en muchas circunstancias visitar el cementerio en horas de la madrugada, ante imperiosos requerimientos", comenta.
 
Luego Delia fue propuesta administradora, tarea que cumplió con exigencia y responsabilidad, al frente de un minúsculo colectivo que integraban seis trabajadores.
 
Delia fue en múltiples ocasiones Vanguardia Nacional, estimulada con excursiones v estancias en hoteles, y recibió otros muchos reconocimientos.
 
"Nunca me creí cosas, siempre mantuve la convicción de que un cementerio es como cualquier otro centro laboral, con la distinción de que es lugar que inspira respeto, seriedad, orden y disciplina, y esas fueron las coordenadas de mi función como administradora", confiesa Delia.
 
"Allí nunca tuve miedo y trabajé con la frente en alto", concluye su exposición esta mujer no sólo Hija Ilustre de la ciudad, sino también verdadero ejemplo de mujer.

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