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sábado, 16 de julio de 2022

Por los laberintos de la vida de Juan Bautista Reyes

   SECCIÓN: Por las Calles de Morón (25)                                              

Próximo a los 90 años de edad, Juan Bautista Reyes Pedrosa, a pesar de que aclara que "su computadora está repleta de datos", conserva con frescura los detalles de su vida, caracterizada, según confiesa, por una línea de conducta que le ha obligado a adoptar decisiones, muchas veces complejas, pero que a la postre, ha tomado el camino correcto.

 

Este hombre, que se considera moronero hasta la tumba, nació en un apartado lugar, muy cerca del Escambray, entre las localidades de Fomento y Báez, donde existían pocas posibilidades de desarrollo, en medio de necesidades económicas y en un entorno familiar desfavorecido, donde incluso estaba presente la supertición y donde, de contra, había que esperar que el arroyo bajara sus niveles para poder cruzar al otro lado.

Bautista considera que en su niñez no tuvo muy buena suerte, pues recuerda que cuando tenía edad para comenzar a estudiar en la enseñanza primaria, no lo quisieron matricular, luego pudo estudiar hasta quinto grado, pero tuvo que interrumpir las clases para apoyar la economía familiar, entonces ayudaba a su padre a sembrar viandas y vegetales, y en las vegas de tabaco.

 

Así fue la niñez y juventud de un compañero que llegó a Morón el 21 de enero de 1971, luego de residir en la zona de Sola e Camagüey y ocupar diferentes responsabilidades, hasta que empezó su vida laboral en esta ciudad como jefe de producción de la Empresa de Cítricos y que luego de la División Político Administrativa, resultó elegido delegado de los Organos Locales del Poder Popular, donde brilló con un desempeño reconocido hasta 1985.

 

Fue Juan Bautista durante 13 años miembro del Comité Ejecutivo para la atención a la esfera del Comercio, Gastronomía, Industria y Servicios, además de la vice presidencia del gobierno.

 

Testigos de su accionar aseguran que Juan Bautista era el dirigente que no tenía horario para trabajar y que incluso era el madrugador del Poder Popular para organizar las salidas de las movilizaciones hacia la agricultura y la zafra azucarera.

Luego laboró en el establecimiento de Acopio en la atención a la red de placitas, donde igualmente se hizo notar su desempeño.

Ya jubilado desde 1993, se ha dedicado pacientemente a escribir la historia de su vida y nos muestra varios cuadernos confeccionados a punta de lápiz, además de 68 testimonios de valiosos compañeros de Morón, que han sido puntales importantes en el devenir de este territorio.

 

Juan Bautista guarda celosamente varios reconocimientos, como la medalla de Lucha contra Bandidos, la distinción Marcos Martí, la de Servicio Distinguido de las FAR, el Sello de la Defensa de la Patria y la condición de Vanguardia Nacional por cinco años consecutivos. Sus años ya no le permiten caminar las calles de la ciudad como fueran sus deseos, saludar amistades y contemplar viejas edificaciones y lugares donde  muchas veces le sirvieron de escenario de acción.

 

"Hay muchas cosas que me llaman la atención de este pueblo: su historia, sus tradiciones..me siento orgulloso de formar parte de esta ciudad." concluye Juan Bautista.


2 comentarios:

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  2. Mi saludo para usted y su familia.

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