SECCIÓN:Por las Calles de Morón (107)
Esta vez el encuentro fue en la calle Máximo Gómez de la ciudad de Morón, con José Luís Fernández Guzmán. "Pero mejor es que ponga ahí que conversa con Talanga, y no me pregunte por qué me dicen así, pues ni mi madre nunca supo por qué lo de Talanga", sugiere nuestro entrevistado.
Lo cierto es que se trata de una persona que lo conoce todo el pueblo. Decir Talanga es decir algo muy popular en esta ciudad.
Nació en 1954 en Calle Nueva, estudió en la escuela Ignacio Agramonte, luego en la Secundaria básica Van Troi. "Y ahí pare de contar", dice Talanga y explica qué fue lo que le impidió continuar los estudios.
"Me enfermé de los nervios y tenía miedo salir a la calle. No me paraba ni en la puerta, pues pensaba que iba a tener un accidente". Cuenta Talanga.
Así permaneció aproximadamente un año y su familia decide llevarlo a un especialista en psiquiatría."Me orientó que tomara unas pastillas y a los pocos días le dije a la vieja: mamá, ya estoy bien, ahora voy completo para la calle y regala todas las pastillas a alguien que le hagan falta. Y hasta los días de hoy", comenta José Luís.
Talanga permaneció 17 años como dependiente en el Comercio y la Gastronomía. Trabajó en el Yan Sent y en La Genovesa, entre otras unidades.
Refiere que permaneció ocho años junto a las fuerzas que ejecutaron el Hospital de Morón, "pero no crea que como constructor. Yo era el que preparaba la merienda, freía croquetas, preparaba refrescos, helados, bueno me volví un experto en ese frente". Luego trabajó en el almacén de Gastronomía bajo la dirección de José Cacheiro y después de aquí, comienza su popularidad en Morón.
Era muy joven e integró la comparsa Los Guaracheros, como bailador. Fue una comparsa de mucha categoría. "Eso me enloquecía con lo que me gustaba",
Luego La Gallega Ondina, Delso Pardo, su hija y su esposa, con una tumbadora y un cencerro
creamos otra conga. Era la conga de La Gallega.. Salíamos y recorríamos las calles y llenábamos de alegría el ambiente. Recuerda que ensayaban en el local de El Moronero Ausente por las noches. Luego la conga creció en número de integrantes y pasamos a ensayar al teatro Reguero.
Ahí fuimos muy populares, animamos juegos de pelota de primera categoría, visitamos muchos lugares del país, como Camaguey, Guaimaro, Guantánamo, Mayarí y otros lugares. También nos unimos al equipo de fútbol, apoyábamos actividades del Partido, la UJC,
Así Talanga llegó a convertirse en un personaje muy conocido, "popularidad -dice- que se mantiene en la actualidad".
"Tengo buena salud, aunque padezco de dolencias en la cervical y la columna vertebral, y por eso vendí mu triciclo con el que me desempeñaba como mensajero de gas licuado". acota.
Talanga aprovecha y le envía su saludo a todos los que bailaban al compás de aquellas congas. "Me gustaría saber si me recuerdan".
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