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sábado, 6 de agosto de 2022

Rostros de Morón: La Amada arquitecta de la ciudad

                                             

SECCIÖN: Por las Calles de Morón (30)


Entre términos técnicos y muy profesionales, aveces con dificultades para transcribirlos al lenguaje popular, transcurrió el intercambio con una mujer llena de historia, de proyectos y satisfacciones. No es otra que Amada de la Caridad Zamora Álvarez, quien nos traslada hasta la sala de su casa, en la calle Agramonte de la ciudad de Morón, para con comodidad y amplitud poder abrir su memoria y desenfundar los relatos de su vida profesional.
 
Cuenta que nació en esta misma calle, frente a lo que era la bodeda de su abuelo Manuel Zamora, situada en Castillo esquina a la calle Agramonte, y abre un paréntesis para apuntar que su abuelo fue el primer chofer de alquiler que transportaba pasajes entre Morón y el poblado de Falla.
 
Amada Zamora, esa mujer seria, responsable y trabajadora, reconoce que cuando niña era totalmente diferente, intranquila, maldita y, aunque inteligente, de vez en cuando trataba de escaparse del aula, cuando la clase no le resultaba de mucho interés.
 
Su padres y ella luchaban por la carrera de medicina, porque Amada debía ser la doctora de la familia Zamora, y todo parecía que el plan estaba bien encauzado, hasta que comprendió lo que era un salón de operaciones, el bisturí y una cirugía...Fue entonces que tuvo la oportunidad de desviar la vocación hacia otra carrera e ingresó a la CUJAE en La Habanqa donde obtuvo la licenciatura como Arquitecta.
 
Su trayectoria se torna compleja, pues siendo estudiante realizó prácticas docentes en el nivel central del Ministerio de la Construcción y al graduarse en 1973 fue ubicada como inversionista en la naciente Universidad de Camagüey.
 
Fue Amada Zamora la encargada de ejecutar la totalidad de las programaciones o tareas técnicas para cada una de las carreras de ese centro universitario, o sea, que su primera misión consistió en la edificiación de la actual Universidad Ignacio Agramonte, de Camagüey.
Poco tiempo después fue cuadro centro de la carrera de Arquitectura e Ingeniería Civil en la ciudad agramontina, entre otras altas responsabilidades, sin dejar de mencionar sus aportes similares en la Universidad de Ciego de Ávila. Para conocer mejor a esta moronera, basta un recorrido por esta ciudad y ver sus obras, como técnica a pie de obra del Hospital General Docente Roberto Rodríguez de Morón, como proyectista general del Restaurant La Atarraya, del Centro Comercial Los Balcones, de la edificación de Doña Nelly en la calle Serafín Sánchez, de la Unidad Habana Auto en la Avenida de Tarafa, por solo mencionar algunas.
Esta es la obra legada por nuestra ciudad de la arquitecta Amada Zamora, quien fue también constructora de un Centro de Acopio Cañero en el territorio camagüeyano, fundadora de la UNAICC y que en estos momentos es inversionista en la Dirección Municipal de Salud en Morón.
 
Ser arquitecta ha sido una de las importantes fortunas de su vida y su amor por la ciudad de Morón lo considera sin límites. Por eso comenta finalmente que aprecia en la ciudad cierto desorden arquitectónico y ambiental. Considera al respecto que estamos a tiempo de cumplir las exigencias de la línea arquitectónica. Y lo dice quien puede considerarse una autoridad en este frente.
 
Después de un prolongado intercambio, Amada Zamora confiesa que no tolera las fotografías y me brinda un sabroso té para que la complazca en esa petición, pero no puede ser.

1 comentario:

  1. Hace tiempo no veía a Amadita, pero está muy bien..Felicidades

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