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jueves, 6 de septiembre de 2018

Afronorteamericanas luchan por ser parte de la política de EE.UU.

La demócrata Ayanna Pressley va camino hoy de convertirse en la primera mujer negra en representar a Massachusetts en el Congreso estadounidense, cuando analistas hablan de una creciente presencia de afronorteamericanas en la política del país.

Pressley logró una victoria inesperada el pasado martes en las primarias demócratas del séptimo distrito de Massachusetts, donde derrotó al legislador Michael Capuano, quien se ha desempeñado durante diez periodos en la Cámara de Representantes.

A menos que aparezca algún candidato por escrito en el último momento para las elecciones de medio término de noviembre venidero, Pressley no tendrá oposición en esos comicios, pues los republicanos no postularon a un aspirante, y hará historia al ocupar un asiento en la Cámara Baja.

Con su éxito de hace dos días la demócrata ya se unió una serie de candidatas afronorteamericanas que se impusieron en comicios este año, en contiendas que han elevado el debate sobre la necesidad de que las mujeres negras estén mejor representadas en los escaños del poder político.

Datos citados por el portal digital Vox indican que a principios de 2018 estas féminas tenían solo el 3,7 por ciento de los asientos legislativos estatales, el 0,96 por ciento de los puestos ejecutivos elegidos a ese nivel, y solo cinco alcaldías en las 100 ciudades más grandes del país.

Menos de 20 escaños en la Cámara Baja fueron ocupados por mujeres negras, mientras que solo una, Kamala Harris (California), sirve en el Senado, por lo que colectivamente constituyen solo un 3,6 % del Congreso, a pesar de que representan un 7,3 % de la población del país. Vox recordó que las mujeres negras acudieron en gran número a las elecciones en Virginia y Alabama en 2017, lo que provocó que los líderes, especialmente los de la izquierda, instaran a un mayor compromiso con esas votantes y las alentaran a postularse para un cargo, aunque no se trata de algo sencillo de lograr.

Una gran barrera para ellas es que ni siquiera pueden ser consideradas candidatas viables o serias, porque las estructuras de poder ya han determinado qué aspecto tiene un candidato viable, declaró al medio Kimberly Peeler-Allen, cofundadora de una organización nacional que trabaja para que afronorteamericanas participen en la política.

Agrupaciones como la suya, Higher Heights for America, han jugado un papel importante en el éxito de aspirantes como Stacey Abrams, quien podría convertirse en la primera mujer gobernadora negra de Estados Unidos si gana las elecciones en Georgia.

Otras mujeres de color que tuvieron victorias primarias y esperan llegar a la Cámara de Representantes este año son Lauren Underwood, por Illinois; Jahana Hayes, por Connecticut; y Lucy McBath, por Georgia.

La semana próxima, un evento de la Institución Brookings en esta capital abordará ese tema bajo el título Reclamando asientos en la mesa: la fuerza electoral de las mujeres negras en una era de política fracturada. ( PL)

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