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lunes, 26 de diciembre de 2022

Las rectas y las curvas del lanzador Evasio Negrín

                                        

SECCIÓN: Por las Calles de Morón (62)
 
Fue en plena calle donde logramos contactar con el destacado pelotero Evasio Negrín Luna, quien en los últimos años estableció su residencia en Turiguanó, en la comunidad de los trabajadores del sector turístico.
 
El intercambio inició por su niñez, específicamente refiriéndose a su nacimiento el 11 de Septiembre de 1966 en Ciego de Ávila, pero que inmediatamente sus padres decidieron trasladarse para la apartada zona de Los Ramones Viejos, en el municipio de Florencia. Allí aprendió a caminar, y a realizar sus travesuras, pues confiesa que como único hijo, sus padres le toleraban sus cosas y que lo que más le gustaba era pescar en un arroyo.
 
Conoció la ciudad cuando tenía 9 años, al mudarse sus padres para Morón y estudio en la escuela primaria José Martí, donde existe aún un área deportiva extensa y aprendió a jugar fútbol, con el apoyo que le brindó el profesor Rigoberto Plana.
 
Pocos minutos habían transcurrido de aquel encuentro, cuando me percaté que a Evasio Negrín no le gustan ni los elogios, ni las exaltaciones y mucho menos cuando se trata de su personalidad, sin embargo, accedió al tema medular del diálogo.
 
"Tenía apenas 11 años cuando empecé las prácticas de béisbol, pues me di cuenta de que mi vocación era esa disciplina deportiva. Jugaba todas las posiciones del equipo, pero, pese a mi corta experiencia me percaté que en una novena el pitcher es el principal jugador. Los ojos de todo el mundo están fijos en el lanzador" afirma Negrín.
 
"Fue así que aprendí a lanzar, porque mi brazo era potente, me enseñaron el secreto de las curvas y otras técnicas que hay que dominar", refiere Evasio.
 
Siendo estudiante en Ceballos 7, ya integró la Primera Serie Provincial 13-14 años representando al municipio Ciego de Ávila.
 
Evasio recuerda que aunque sentía predilección por el deporte, en 1985 comenzó su vida laboral en una Brigada Constructora en El Cedro, municipio Ciro Redondo y hasta llegó a pensar que se había despedido de su afán de ser lanzador . Después y durante 10 años laboró en el Tribunal Municipal de Morón y allí fue que rescató sus sueños: ser pelotero. 
 
Reconoce que todo fue por embullo, pues comenzó entrenamientos con Oliden Companioni, con Heriberto Pérez y Rigoberto Plana y ya en 1985 integró el equipo de béisbol de Morón, donde permaneció por más de 20 años.
 
Evasio, se acomoda su gorra de pelotero y traslada su memoria a aquel juego cuando Morón se coronó campeón por primera vez y también cuando este equipo discutió con Pinar del Rio, con el estadio de Morón repleto de espectadores.
 
Cuenta entre sus lauros deportivos, haber integrado el equipo de Ciego de Ávila en su Primera Serie Nacional.
 
Surge una interrogante: Evasio qué sentías cuando perdías un juego?.A lo que responde:
"Al siguiente día estaba bien temprano entrenando, porque con el entrenamiento sistemático y constante se corrigen muchos errores."
 
Licenciado en Cultura Física, Evasio Negrín se alejó del deporte en el 2008. En la actualidad es trabajador del Hotel Meliá Cayo Coco. "Imposible olvidarme de mis buenos tiempos como lanzador, aunque los años pasan y quizás muchos han olvidado mis actuaciones desde el montículo. Me satisface saber que representé dignamente a Morón y al equipo de Ciego de Ávila en el pasatiempo nacional".
 
El ómnibus se acerca y Evasio debe trasladarse hasta Turiguanó donde hay una familia que lo espera. Ya en la despedida lamenta que la comunidad de Turiguanó no disponga de un terreno deportivo para la práctica del deporte.

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