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lunes, 6 de marzo de 2023

Con la estomatóloga Doctora Silvia Álvarez Cardoso

                                        

SECCIÓN: Por las Calles de Morón (78)
 
Silvia Álvarez Cardoso fue una reconocida Estomatóloga, que por más de tres décadas prestó servicios en la Clínica Dental de la ciudad de Morón, donde manifiesta que han transcurrido los mejores años de su vida. Aquí llegó en septiembre de 1967, dos años después de haberse graduado en La Habana como Doctora en Estomatología.
 
Fueron momentos de mucha tensión, pues permaneció por espacio de dos años en el Hospital del municipio Primero de Enero en el cumplimiento período de post grado.
Era una joven procedente del poblado de Cunagua, donde jugaba con sus amiguitas y jamás tuvo una inclinación vocacional.
Aveces le preguntaban, qué quería ser cuando fuera mayor, y siempre respondía "no sé".
En 1961 fue alfabetizadora allí en el poblado del Central Bolivia, donde enseñó a leer y a escribí a la familia de Joaquín Franklin. "Fue esa mi primera actividad laboral, y hasta pensé en esos momentos que iba a ser educadora", manifiesta.
 
Pero la Estomatología abrió sus puertas y Silvia, tras concluir el bachillerato, tuvo la oportunidad de ingresar en La Habana en una beca, que consistía en cursos intensivos en la especialidad de Estomatología.
 
Su trayectoria estudiantil la relata sin dejar atrás ni el más mínimo detalle, pues incluso, recuerda que a su grupo lo identificaban como "el curso de los 90". Así fue que Silvia recibió su título de graduada en un gran acto efectuado en el Teatro Karl Marx, y pese a la distancia en su rostro refleja emociones .
 
Cuando llegó a Morón sus primeras acciones fueron en prótesis, pero algún tiempo después, demostró sus conocimientos en otros frentes, incluyendo cirugía.
 
Silvia relata anécdotas de su profesión, pero siempre depositó confianza en sus conocimientos profesionales y en la ayuda que recibió de especialistas muy capaces y bondadosos.
 
"Ya con 85 años de edad, salgo muy poco a las calles de la ciudad, pues estoy llena de dolores, se me dificulta caminar y no sé en realidad de cuántas cosas padezco" manifiesta sonriente".
 
"Como satisfacción, muchas amistades y conocidos visitan nuestra casa aquí en la calle San José, para saludarme, y eso me reconforta". concluye.

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